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TIPOS DE RIEGO: HACIA UN SISTEMA MÁS SOSTENIBLE Y EFICIENTE

Acueductos e Irrigaciones

Los sistemas de riego tradicionales como el surco o el riego por inundación han ido dando paso a la aspersión que deja caer el agua sobre los cultivos en una suerte de lluvia, y al goteo la tecnología más eficiente, puesto que implica aplicar la dosis justa directamente a las raíces de las plantas.

«Existen muchos tipos de regadío, pero el más sostenible, y el que representa una mayor tendencia de futuro es el riego por goteo», incide César Marcos, periodista especializado y coordinador de la Alianza por la Agricultura Sostenible, ALAS. Se conoce también como riego de precisión (de hecho, va ligado a la llamada agricultura de precisión), suministra agua, en dosis medidas, directamente a las raíces de cada planta, y es una tecnología alentada tanto por los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) de la Agenda 2030 como por la FAO (organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).

Dominio del riego en superficie

«La mayoría de las tierras irrigadas en el mundo lo son en superficie», certifica el artículo publicado en ‘Agronomy’, que calcula la eficiencia de métodos tradicionales, por gravedad, sin mecanismos ni bombeos, como el surco o el riego por inundación, en torno al 40 %, y resalta sus «pérdidas excesivas». Un siguiente estadio de eficiencia –de entre el 50 % y el 70 %, según estos investigadores– sería la aspersión, definida como aquella modalidad que implica tuberías con presión, y mediante la cual el agua llega a las plantas en una suerte de lluvia localizada.

Cuando el aspersor es móvil en lugar de fijo hablamos de modalidad automotriz, que se suele basar en mecanismos con pivote, consistentes en un enorme brazo, jalonado de aspersores, que va rotando sobre su eje y regando una superficie circular. «Se ve muy bien en Google Earth: un círculo verde en mitad de un secarral; eso es un sistema de riego por pivote», explica Marcos.

Dice el experto de ALAS que los cultivos que se suelen regar mediante técnicas tradicionales, por gravedad, son los cereales, las plantas para forraje y los huertos familiares; la aspersión se utiliza «para tubérculos como la patata»; mientras que el riego por pivote da de “beber” a leguminosas y cultivos industriales (por ejemplo, de tomate). Por último, el goteo se aplica a leñosas, hectáreas bajo plástico y, en general, «cultivos de gran valor, porque son los más rentables y los que se destinan a exportación», en palabras de Marcos.

Las necesidades de agua para el campo aumentarán

«Las necesidades netas de agua para los cultivos aumentarán globalmente en un 25 % para 2080, a pesar de la mayor eficiencia del riego», concluye el artículo Implementación de riego sostenible en regiones escasas de agua bajo el impacto del cambio climático. «Los fenómenos meteorológicos extremos como las heladas, el granizo, las olas de calor, las precipitaciones y los períodos de sequía, afectarán la seguridad alimentaria mundial, limitando el potencial de producción de cultivos agrícolas de secano y de regadío», advierte.
En este contexto de amenaza climática, la agricultura tiene el reto de aumentar su productividad «entre un 60 % y un 70 %» para dar de comer a la población de la Tierra en 2050, según recuerda Marcos. «El regadío es seis veces más productivo que el secano, pero ha de ser un regadío sostenible», puntualiza. Los sistemas digitalizados, que impliquen localización, personalización y control son, según defiende el experto, claves a la hora de afrontar los retos.

Para ello también es importante que los agricultores o empresas productoras de alimentos incorporen sistemas de riego con más precisión en el manejo del agua y los fertilizantes.